ƐИTRƐѴISƬAS:

—¿Cómo fue eso?
—Pues después de año y medio en el musical, me llamaron para hacer un capítulo de Hospital Central, el último capítulo. Para mí fue muy importante, porque el que te llame una tele nacional, donde es tan difícil entrar... Después me llamaron de la productora Ida y Vuelta (Tierra de lobos, Los protegidos...), y nada, hice la prueba y ahora estoy azul, grabando 12 horas al día El secreto de Puente Viejo, la nueva serie de Antena 3.

—¿A quién interpreta aquí?
—Es una historia que transcurre en el norte de España. La protagonista es Pepa (Megan Montaner), una mujer joven, con muchísimo carácter, que es partera y llega a Puente Viejo buscando trabajo. O eso parece, porque en realidad viene a causa de un secreto que ella tiene guardado. Yo soy Emilia, su mano derecha y su Pepito Grillo. Mi personaje es el de una niña muy dulce que regenta la taberna de su padre. Es una chica intelectualmente muy despierta para la época (estamos muy a principios del siglo XX, cuando se acaba de perder la guerra de Cuba). Emilia es hija de un hombre culto, una especie de revolucionario de las letras. Emilia desea ser como Pepa en cuanto a carácter, porque es una mujer decidida, que no se para ante nada, y, al contrario, Pepa querría ser como Emilia intelectualmente. Son dos caracteres que se complementan y por eso se hacen muy amigas.

—¿Por dónde vendrán los conflictos?
—Realmente, hay varias historias entrelazadas. Una gira en torno al conflicto de Pepa y su secreto, pero luego hay grandes subtramas de cada uno de los personajes principales. Hay enredos románticos y pasionales, políticos, de intereses económicos, hay comedia... Tiene todos los ingredientes para enganchar. Pero, básicamente, es dramática. Aunque hay una familia muy graciosa, la de Pedro, el alcalde, un personaje que además interpreta Enric Benavent (ha sido un lujo encontrarme con él).

—¿Algún valenciano más?
—Sí, sí, también está Álex Gadea (L’Alqueria Blanca), Tristán en la serie.

—¿Cuántos capítulos tendrá?
—Bueno, en principio, como es diaria, hay unos 50 capítulos. Acabaremos ahora en marzo de grabar y, si todo va bien, continuaremos hasta octubre: ni verano ni nada. Estamos todos cruzando los dedos, porque es un proyecto muy bonito y que además está muy bien cuidado a nivel de realización. Parece cine. Estamos grabando en HD (alta definición).

—¿Dónde se graba?
—Tenemos doble unidad. Los estudios están en Leganés y los exteriores por Segovia y alrededores, en la pura montaña, porque Puente Viejo se supone que está en el norte de España.

—Se la ve a usted ilusionadísima...
—Sí, sí que lo estoy, porque este ha sido un paso superimportante para mí.

—Si empiezan a surgir más y más cosas en Madrid, ¿abandonará Valencia definitivamente?
—Yo creo que no, no me quiero olvidar de Valencia. Además, ahora tenemos el AVE... Pero, claro, ahora mismo estoy centrada aquí, en Madrid, porque ofrece muchas más posibilidades. Es muy difícil meter la cabeza, porque hay muchas actrices en paro, y yo doy las gracias por mi suerte. Lo más difícil será mantenerse, porque al fin y al cabo esto es un examen diario y nunca dependes de ti misma. Hay que ser muy constante, estar supersegura de que esto es lo que sabes hacer e ir con ello a muerte; con todo el respeto, pero a muerte a por lo que quieres. Estoy luchando como una jabata.

—Y de cómo vayan los proyectos en que participe, y de la suerte...
—Claro, siempre se espera que de un proyecto salga otro, pero yo nunca me he movido porque algo sea grande, sino porque me parezca interesante, atractivo. Nunca he hecho nada porque sí, sino porque había algo en ello que me atraía, que me gustaba, que tenía un ingrediente para moverme. Y esto me hace estar mucho más contenta.